¡Hola papás y mamás de Dulces!
Esta vez nuestro Dulce- Blog quiere hablaros de los chichones de nuestros peques y de cómo hacer para tratarlos y que duelan y se hinchen un poquito menos
Nada más empezar a andar parece que los peques desarrollan un imán para los golpes y caídas, siendo muy habitual que se den golpes en la cabeza, en la frente y en la zona de la boca, en definitiva, hay temporadas en las que van hechos un verdadero cuadro.
¿Por qué pasa esto?
En la mayoría de las veces se trata de un «chichón» o «coco», por exceso de velocidad o de euforia. Cuando llegan al momento de frenar no controlan y terminan golpeándose. Se mueven en un mundo que nos está pensado para ellos las cosas no suelen estar a su altura y la visión de nuestra realidad es diferente a la suya.
También sucede que los pequeños crecen y cambian sus habilidades en poco tiempo y por eso necesitan un tiempo para adaptarse a estos cambios y hacerse dueños de su propio cuerpo. Estos «saltos de crecimiento» se siguen dando a lo largo del desarrollo pero se hacen menos peligrosos cuanto más mayores son. Los ejercicios de psicomotricidad son muy importantes para trabajar el control del propio cuerpo, la lateralidad y el equilibrio.
El tercer motivo por el que los golpes son frecuentes en los peques es la visión: como hasta los 6 años el ojo está en formación no se suelen detectar problemas en las revisiones aunque estos existan. La visión en 3D no suele ser muy buena y la agudeza visual tiene aún que entrenarse.
¿Cómo actuar?
Lo primero, cuando se produce el golpe poner algo frío. Para esto el mejor truco es tener en el congelador unas cuantas toallitas desechables para evitar que salga un hermoso chichón.
Cuando se trata de un golpe leve, como una contusión ligera o un “coco” se pueden aplicar fórmulas en barra o stick formadas por un gel a base de Árnica montana, que es un compuesto natural que posee propiedades tanto analgésicas (reducen el dolor) como antiinflamatorias, además de actuar estimulando la circulación de la sangre logrando así que no aparezcan los hematomas, los conocidos moratones.
NUNCA se puede usar arnica si hay herida abierta, por pequeña que sea.
Tratad siempre de mantener la calma. Ya sabéis que ellos leen vuestras reacciones para medir la importancia de las cosas y los nervios no ayudan nada en estos casos
Todo esto vale si la caída ha sido leve. Si ha sido un golpe fuerte, si no se ha caído desde su propia altura sino que lo ha hecho del sofá, del cambiador, del columpio, ect, lo mejor es que consultemos con el pediatra para que nos informe de cuales son los síntomas que tenemos que vigilar: vómitos, somnolencia, irritabilidad…
¡Suerte con los pequeños golpes de la vida!
Dulces Besitos